martes, 7 de agosto de 2018

Batallas hermanas, segunda parte

Leo redujo la guardia al mínimo. Varios hermanos montaron y salieron con rumbos diferentes. Se dirigían a las aldeas cercanas mientras la hermandad sacaba del campamento todo su arsenal, herramientas y hasta sus ollas. Todo lo metálico, todo lo que resonara, sería bajado al camino. Espinal y Kurz pusieron en hileras las antorchas que tenían, mientras el resto fabricaba más...

─¿puedes explicar que es todo esto? ─ preguntó Valkiria a un Leo demasiado concentrado en mirar el mapa...─ ¿esto?...esto es un ejército hermana. Valkiria miró a Sharra que sólo se encogió de hombros y siguió sacando trastos para bajar al camino. No había muchas dudas al respecto, a los ojos de todos estaban evacuando el campamento.
Brian y Alex estaban juntando las cosas en el camino pensando en que no había muchos lugares adónde escapar. Se les unió Hiperión que estaba extrañado. No parecía un escape, o al menos no uno premeditado.

─¿Alguien entiende que está pasando aquí?

─pensé que nos íbamos pero ¿por qué estamos dejando toda la comida, por qué no estamos preparando las carretas? no entiendo ─contestó Alex.

Xamu preparaba antorchas junto a la senda mientras miraba como los hermanos seguían bajando cosas por la cuesta. Le parecía una pérdida de tiempo lo que hacía en esos momentos pero le dijeron que no había tiempo para explicaciones. Oscar volvió de una de las aldeas cercanas y le hizo una seña a Leo que ya había bajado para organizar las cosas. Raluk y Parabel también aparecieron e hicieron un gesto parecido al líder aunque nadie sabía muy bien como interpretar las misiones recibidas.

─Lleven todo cerca del Vado del Ganso ─ordenó Crow. Este era un claro en el bosque a no mucha distancia donde un brazo del río se volvía un pequeño arroyo, de poca profundidad. Todos dudaron del juicio de los estrategas. Si estaban escapando estaban reuniéndose en un lugar visible desde el camino alto. Todos los caballeros negros que venían marchando sabrían donde estaban.
Les llevó un tiempo movilizar todas las cosas, sobre todo porque no usaron carretas y los caballos los usaban para hacer viajes rápidos a las aldeas vecinas. ASI el callado los estaba esperando en el claro y les indicó permanecer ocultos en el bosque. Al menos alguien estaba usando la cabeza. Allí se encontraron con multitud de aldeanos que al parecer habían sido convocados. Hombre mujeres y niños estaban allí expectantes. Era impensable que Leo los convocara a luchar, sería una masacre, tampoco podían llevarlos con ellos si no tenían un destino seguro que ofrecerles.

Carlos, Baraqz y Wonder fueron reuniendo grupos de aldeanos y les explicaban cosas que los hermanos no llegaban a oir, seguramente instruyéndoles en como escapar si eran atacados por las tropas imperiales. Hiperión no tenía la menor idea de lo que hacía su propio grupo. en un momento Davan se acercó a Barbeta que se había vestido de aldeano, cosa que les pareció a todos despreciable ya que preferían enfrentar su destino con una espada en la mano. Habló algunas palabras con él, seguramente de despedida, y vio como se alejó por el bosque. Un cobarde menos sería entonces. La confusión de los hermanos era total. y se reflejaba vívidamente en sus rostros. A esa altura ya todo rayaba en el caos absoluto. Leo finalmente apareció ante ellos y eran muchos los que tenían algo para decir.

─no llegamos hasta aquí para huir como ratas, algunos no tenemos miedo de pelear a pesar de las desventajas. Propongo que Alex nos lidere en una última carga ─dijo molesto Brian.

─aceptaré si todos están de acuerdo ─contestó él.

Leo alzó una mano, pidiendo la palabra cuando todos empezaron a discutir.

─Hermanos...nos estaban observando en el camino hace un rato, no podía decirles mucho allí pero aquí estamos todavía ocultos.

─nos observaban porque quitaste las guardias y las enviaste a las aldeas, sino no se hubieran acercado tanto ─contestó airado Vallekano.

─Lo se mi hermano, lo se...ese era el plan.

─¿vernos correr confundidos dejando el campamento atrás? ¿es que acaso querías subirle la moral al enemigo? ─retrucó Haru. Leo simplemente sonrió y asintió con la cabeza.

─nuestro líder se volvió loco ─dijo desde más atrás Garlick, visiblemente decepcionado.

Parabel sacó un tambor de grandes dimensiones que trajo en la grupa de una mula y se alistó para tocar. Emithan corría febrilmente por el bosque preparando cosas en el suelo junto a Jenny y Daniel, en un momento se giraron y le hicieron una seña a Leo que los mandó regresar.

─hermanos, prometo no decepcionarlos, por supuesto que pelearemos, pero necesitabamos del mayor número de gente que pudiéramos conseguir...

─sólo harás que los maten Leo, niños mujeres y viejos, ténles piedad y envíalos de vuelta a sus camas ─rogó Valkiria apoyada por Haru.

─son quienes nos darán la victoria, te lo puedo asegurar hermana ─dijo con seguridad el líder y los mandó a formar en el bosque. ─hermanos...sólo les pido marchar conmigo por el claro al son del tambor una vez más, prometo que pronto entenderán.

Los hermanos se formaron en el extremo sur del claro, sin caballos al frente, solo ellos marchando con Parabel marcando el paso con su parche. Leo, Hiperion, Brian, Alex, Kurz, Espinal al frente. Chaban intentaba explicarle a Arlorg que según podía entender estaban haciendo algún tipo de ritual antes de entrar en batalla. El salvaje miraba extrañado la ceremonia, amasando el mango de su mazo de guerra con dedos ansiosos.
Parabel comenzó a tocar desde el río y magicamente los aldeanos empezaron a encender sus antorchas. El bosque pareció iluminarse aunque el río todavia ahogaba el redoble con su portentoso caudal...Parabel gritó.

─tropas de Lurzt, orgullo del sur avancen! mientras daba un redoble. la hermandad dió un paso y el eco del metal rugió en todo el bosque...

─tropas de Lurzt avancen! y dio otro redoble, y otro paso, y el ruido del metal resonando otra vez en todo el bosque.

Los hermanos siguieron marchando sintiendo un estruendo que no era propio. Miraron extrañados hacia los lados y vieron a los aldeanos esperando el tambor para entrechocar metales, azadas, palas, ollas en un solo sonido, magnificando sus pasos. Estaban ocultos en el bosque pero se hacía oir mientras niños y ancianos llevaban antorchas haciendo gruesa la linea de marcha, el bosque entero parecía marchar al son del tambor y los gritos de Parabel. Los hermanos cruzaron el bosque y alli Parabel los mandó nuevamente al final del claro, por la espesura, siempre marchando, siempre al son del tambor.
A cada pasada el tambor cambiaba su ritmo y Parabel cambiaba también la arenga. El repertorio era variado en algunos momentos logrando verdaderos aciertos que todos vivaban y cantaban a pulmón lleno.

«Dragón, el infierno tan temido...dragón, de las ascuas ha venido...»

«dragón, son sus ojos como brasas...dragón, aliento que todo arrasa...»

«dragón!...»

Emithan y Daniel avanzaban en el bosque encendiendo antorchas que ya habían preparado. La columna avanzaba al son de los fuegos que encendían los hermanos. Pronto, desde las alturas podían divisarse un cordón de fuego de varias leguas. todo un espectáculo que se sumaba al estruendo de metal y los rugidos de quienes venían marchando por el bosque.

─¿funcionará? ─preguntó Crow, a quién por primera vez se le dibujó una duda en el rostro.

─si conoces algo de los hombres es que necesitan muy poco para reclamar la razón...esperemos ─contestó Davan mientras miraba hacia la montaña. El portezuelo lucía hermoso bajo una luna que lucía rojiza, quizás por el fuego y el humo que los rodeaba. Davan sintió que hasta ella le mostraba su apoyo. Luna de sangre...todo un presagio.









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