lunes, 6 de agosto de 2018

Las batallas hermanas

No costó mucho dar con la fila de guerreros que avanzaba por el camino alto. Vallekano llegó con apuro anunciando la mayor cantidad de caballeros negros reunidos que había visto en su vida. Davan había bajado rápido del mirador y ya estaba reunido con Leo y Crow definiendo la estrategia. Hiperión le había dicho a los suyos que empaquen rápido. No había manera de enfrentar a dos compañías, si luchando sólo con una el resultado había sido incierto, esto enterraba sus posibilidades. El mensajero de Solot llegó después de sostener una larga carrera por los senderos de montañas ocultándose del ejército enemigo. Su mensaje fue corto y preciso. Venían dos compañías,directamente del frente oriental. La compañía del Paño púrpura, la histórica línea de defensa especialista en resistir asedios en terreno enemigo. O como todos la conocían, Tortuga de hierro. Y la compañía del Zorro Negro. Los que habían tomado por asalto varios castillos en la campaña del este. Estos eran atacantes osados, con gran determinación. Los zorros negros portaban armaduras ligeras. Eran rápidos para cargar y diestros en combate cerrado.

─¿ves lo que yo veo Leo? ─dijo Davan con su habitual calma, luego de despedir al mensajero.

─Si Davan, tenemos enfrente a la mejor defensa y el mejor ataque que podían lanzarnos a la cara, además de que nos superan en número...como siempre.

─Te contaré algo de ellos ─dijo Davan mostrando cierta templanza. No parecía todo lo nervioso que Leo esperaba.

─Las compañías imperiales suelen ser más efectivas por separado, ya que suelen competir entre sí por el favor del emperador. Son pocas las que verdaderamente pueden pelear juntas. Tortuga de hierro funciona bien con una buena compañia de arqueros y maquinistas de asedio como puede ser Flecha dorada, en cambio los Zorros Negros necesitan escuderos rápidos, ágiles, que monten pequeñas barricadas desde las cuales lanzarse al ataque...se me viene a la cabeza Escudo de roble.

─En cuanto ataquemos se unirán y poco importará cuanto se detesten Davan...no entiendo a donde vas.

─Hay muchas cosas que no se Leo, pero te puedo apostar mi vida a que Tortuga de Hierro quiere acampar en el camino y no se lo han permitido, continúan marchando, así que le han dado la potestad a los zorros, por eso no se detienen. Ellos han marchado muchas veces de noche para sorprender a los enemigos. Han tomado castillos en la oscuridad. Van al castillo de Lurzt a tomarlo de una vez y sentar una base permanente...

─Y quieren que la Tortuga de Hierro les cuide la retaguardia mientras avanzan ─completó Leo asintiendo con la cabeza. ─¿tú crees que ellos se limitarán a ser simple relleno? Davan negó con la cabeza y agregó ─esta es la puerta del sur, si pasan de aquí es sólo cuestión de tiempo. Pueden parecernos muchos pero estarían tomando cinco reinos con un puñado de caballeros. Será mucha la gloria para el estandarte que ondee en ese castillo. ─dijo señalando con la cabeza hacia Lurzt. ─Aún así, siguen demasiados para nosotros, no podemos enfrentarlos abiertamente ─dijo con un atisbo de pesar Davan.

─hay que devolverlos al camino alto ─dijo Crow mirando hacia el valle. Él también conocía la fama de esas compañías, había sido auxiliar imperial en otra época. ─si le presentamos un obstáculo lo suficientemente grande, tendrán soluciones opuestas para enfrentarlo.

─¿en que estás pensando Crow? Davan estaba interesado en el aporte del estratega.

─en lo mismo que tú Davan, en separarlos.




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